A tal punto llegaba la cuestión que el Rey Alfonso XIII era el presidente de honor para la Federación, mientras que la Reina Victoria había capitaneado un trofeo de su disidente la Unión de Clubes. Era el año 1913 y un año antes el FC Barcelona se marchaba de la Federación seguido de otros clubes contiguos como el Català, el Sabadell, el Internacional y el Badalona. Pero la incipiente Federación aún no tenía mucha estabilidad, había discusiones por dónde se debía disputar el Campeonato de España.