Una cosa interesante que acentúan muchos es el espíritu de libertad en el aire. Clarín habló con una docena de personas en las calles y todos piensan lo mismo: “No tenemos luz, no tenemos agua, pero no tenemos a los rusos y es lo más importante”. El ejército ucraniano forzó a las tropas rusas de abandonar la ciudad sin peleas y bombardeos. Me cuesta comprenderlo. Un día desaparecieron las mangas largas y no nos dimos cuenta.