Pese a ser eliminadas en el último mundial, tienen esperanzas de ser protagonistas a nivel internacional. El consumo de alcohol y el alcoholismo experimentan lo que puede denominarse una invisibilidad cuando se ancla en determinados ritos y lugares específicos (Ehrenberg 1994). Por eso está claro que «el vino y el alcohol están profundamente inscriptos en el intercambio social de occidente; siempre son medios de comunicación, de exteriorización, de un salir de sí, al contrario de la droga, siempre exhibida abajo el modo de repliegue sobre sí, de la huida de la irrealidad o del rechazo de la sociedad: el alcohol es un factor de sociabilidad mientras que ninguna droga puede serlo» (Ehrenberg 1994:11). Así, el consumo de alcohol suele estar enmarcado en instancias comunitarias que consagran la amistad (especialmente entre varones jóvenes) más allá de la calidad y el gusto de lo que se beba.