En el partido desempate jugado en el Estadio Centenario resultaron victoriosos los Diablos Rojos por 2-1 con un gol de Giachello en el tiempo suplementario, coronándose campeón de América por cuarta vez en su historia y es aquí donde se convierte en el máximo ganador de la Copa Libertadores, récord que sostiene aún hoy. Para el partido de revancha en Avellaneda, con 80.000 hinchas rojos, Independiente debió haber triunfado por lo menos por un gol para ir a un partido desempate, dado que se jugaba por puntos.